“Mi
esclava pretende liberarse de la esclavitud en que se haya..es por ello que
solicito un justiprecio…tomando en consideración a los buenos oficios que se le
han enseñado y sabe hacer como lo son de costuras, bordadora en blanco y seda,
planchadora, tejedora de medias, hilar, lavar, buena moledora de maíz y
chocolate, peinar señoras..”
La Palabra Ignorada. Inés Quintero 2.007
Por Carolyn Aldana.
Desde los orígenes de
nuestra sociedad, la mujer ha sido eje fundamental, indias, esclavas, europeas
todas han sido protagonistas de lo que somos hoy en día. Una vez leí por algún
lado que somos “Café con Leche” termino que nos describe perfectamente, y así
mismo es nuestro diseño de moda.
La moda en Venezuela nace,
crece y se transforma de esta mezcla de la que orgullosamente pertenecemos
todos. Siendo la moda ese observador vivaz en cada uno de los cambios que han
ocurrido en esta tierra, antes de la llegada de los colonizadores la naturaleza
era quien aportaba todos los implementos utilizados en nuestra indumentaria,
cortezas de arboles, cuentas de barro para accesorios y grasa de tortuga como artilugio
de belleza.
Imaginar a una Europea pisar
nuestro país y encontrarse con la una mujer totalmente diferente a ella, piel
color ébano, cabellos negrísimos y el torso desnudo acompañado de un buen
guayuco dejaría sin palabras a cualquiera. He aquí donde ese perenne cosquilleo
sobre la novedad hace que se desarrollen las modas las descabelladas que
mantienen hasta el día de hoy una relación imposible de dividir con la
historia.
Desde algún tiempo vengo observando el trabajo de Alejandro Dejay y es realmente
admirable como logra trabajar nuestra identidad sus colecciones siempre van de
la mano con el valor de la Venezolanidad y ese trabajo lleno de texturas que se
vuelve totalmente sublime al usar. Orïgo busca ese sentir de la mujer fuerte y
luchadora pero acompañada de la sensualidad y feminidad que siempre desde los
tiempos más remotos han sido características principales de las Venezolanas.
Ver las propuestas actuales
de los noveles diseñadores llenaría de orgullo a cualquiera. Pues esa fusión de
razas, ese sabor que nos acompaña por fin es traducido de una u otra manera en
lo que usamos. Muchas veces la moda Venezolana fue víctima del uso inclemente
de las marcas extranjeras, otras fue la huérfana de las pasarelas
internacionales pero en este preciso momento en que vivimos sosegados por las
situaciones que atraviesa el país está surgiendo su verdadero sentido.
Nuestros orígenes son la
mejor referencia ese palpitar de nuestros corazones hacen de cada una de estas
piezas una verdadera experiencia, para vivir para lucir pero sobre todo para
disfrutar. Y ese es el verdadero fin de la moda disfrutarla y vivirla, algo que
Orïgo logra, algo que Alejandro ha sabido interpretar. Es por eso; que amo la
moda Venezolana , es por eso que amo lo hecho en casa y es por eso que cada día
aprecio más el trabajo de diseñadores como Alejandro, que buscan ese “Café con
Leche” que tanto nos gusta.