Retrato en dos tiempos: Adelina Menéndez

De entre flores emerge una mujer, un Dios, la madre tierra, una estatua de sal, ella es Edith, es humana por unos minutos, ella es Adelina. Por permitirme retratar a una mujer distinta, por dejarnos ver eso que hay detrás de cada mujer, eterna y creadora de vida, tú eres la trinidad, la cima de la pirámide, la mujer de Lot que perdona Mario Benedetti, esa fantasía que evoca tus labios, siempre mujer y nunca estatua!